A presión constante el volumen de
una determinada masa de gas es directamente proporcional a su temperatura
absoluta. La temperatura de un gas depende de las energías de sus moléculas;
temperaturas más elevadas indican mayores energías y éstas indican mayores
velocidades de las moléculas, por lo que las presiones serán mayores. Para
mantener constante la presión al aumentar la temperatura, deberá aumentarse el
volumen.
Lo anterior se expresa
matemáticamente como sigue:
V = kT
en donde V
= volumen; T = temperatura absoluta;
k = constantes de proporcionalidad
que depende de las unidades usadas y de la masa del gas
Trasponiendo:
V/T=K
Considerando los estados iniciales
y finales:
V1/T1=V2T2
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